Nunca habíamos perdido un vuelo. Llegamos al aeropuerto con tiempo, unas 3 horas como siempre se recomienda. Estábamos muy contentos de comenzar nuestro viaje, que nos llevaría a primero a Amsterdam, Frankfurt, Munich y despues a Dublin, Belfast, Edimburgo y Londres.
Tanta alegria hizo que nos relajaramos, y nos quedaramos tomando un café hasta las 15 hs. A esa hora ya deberiamos estar cerca la puerta de embarque. La fila en el control de migraciones era muy larga, asi que tardamos mas de dos horas y perdimos el vuelo.
Por suerte, el personal de LATAM se portó 10 puntos, y nos acomodó en otro vuelo que salía mas tarde. Tuvimos que hacer desmigraciones, pasar nuevamente por el mismo control con la mejor cara, pero al final pudimos tomar otro vuelo que nos llevaria hasta Schiphol.
Cuando hicimos escala en Guarulhos, al lado nuestro estaba esta joyita. Casi muero de la emoción.